Juan Carlos Moreno Ochoa, El Larry, preparó y ordenó el asesinato de la reportera en 2017. Breach había denunciado la cercanía de políticos y delincuentes en la sierra de Chihuahua, al norte del país.
PABLO FERRI|México|El País|19 MAR 2020 – 02:54. Un juez ha declarado culpable a Juan Carlos Moreno Ochoa, alias El Larry, del asesinato de la periodista Miroslava Breach en México. El Larry es el primer condenado por la muerte de la reportera. La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión, Feadle, logró probar su participación en los hechos ante el juez. En una próxima audiencia, el tribunal decidirá su condena, que podría llegar a 70 años de cárcel.
Vecina de la ciudad de Chihuahua, Breach era una de las periodistas más destacadas del norte de México. Antes de que la mataran, había investigado los vínculos entre la clase política de varios pueblos de la sierra y un grupo de delincuentes locales, Los Salazares. En marzo de 2017, uno de los jefes del clan, José Crispín Salazar, habría ordenado su asesinato a El Larry, que a su vez delegó el encargo. Moreno Ochoa contrató a dos sicarios, Ramón Zavala, el pistolero, y Jaciel Vega, el conductor del vehículo. Zavala apareció muerto en Sonora en diciembre de 2017, apenas unos días antes de la detención de El Larry. Vega, que se encuentra prófugo, es muy cercano a la cúpula de Los Salazares.
“El fallo condenatorio es un paso”, explica Víctor Martínez, abogado de Propuesta Cívica, organización que ha llevado la representación de la familia de Miroslava. “Quedan órdenes de aprehensión pendientes, al menos la de Jaciel. El juez lo menciona en el juicio, la Feadle comprobó que participó en el homicidio. Y falta además el autor intelectual. El juez dijo que un testigo clave, Apolo, escuchó cómo José Crispín Salazar, ordenó a El Larry el asesinato de Miroslava”.
El asesinato de Miroslava Breach fue un golpe al gremio periodístico. En un país donde los asesinatos suelen quedarse sin resolver, el ataque contra Miroslava, corresponsal del diario La Jornada, unió a la profesión en un clamor, un grito pidiendo justicia. Una exigencia que arreciaría dos meses más tarde, cuando dos pistoleros asesinaron al reportero Javier Valdez en Sinaloa. En ambos casos, el móvil periodístico era más que claro y el gremio entonó el “ya basta”.
En ambos casos ha habido resultados parciales. Hace tres semanas, un juez condenó a uno de los acusados por el asesinato de Valdez. Se trata de Heriberto Picos, alias El Koala, que aceptó una pena de 14 años por su participación en los hechos. El Koala fue el conductor del pistolero, Francisco Picos, alias El Quillo. El poder judicial tenía previsto continuar el proceso contra El Quillo el 25 de marzo, pero la crisis del coronavirus ha forzado el aplazamiento de la audiencia.
En el caso de Miroslava Breach, explica Martínez, además de Vega y Salazar, falta por ver qué hace la Feadle con los actores políticos implicados. Al principio de la investigación, la fiscalía de Chihuahua encontró unos audios donde políticos locales del PAN le preguntaban a la reportera por las fuentes de uno de sus artículos. Breach se negó a dar información alguna, pero esos audios habrían terminado en poder de Los Salazares, que ordenaron el asesinato.
La familia de la reportera criticó a la fiscalía estatal por evitar proceder contra estos políticos. El gobernador de Chihuahua es Javier Corral, del PAN. La esperanza de Martínez y sus representados es que la Feadle, que depende de la fiscalía federal, profundizara en este apartado de la investigación. De momento no lo ha hecho.